Autor: Miguel Mellado Ruiz
Director
Uno de estos días,
me gustaría pararme
para escribir poesía.
Plasmar en un papel
tantas cosas que quisiera decir
y no sé cómo.
Hablar de sentimientos,
encuentros y desencuentros;
de soledades y compañías
acompasadas.
De libertades y sufrimientos,
de alegrías y esperanzas
de presentes y pasados
escondidos, olvidados, destartalados.
Uno de estos días,
me gustaría pensar
en ti
arrancar de mi alma la
herida sangrante para que fluya
el agua fresca de
una nueva Rimavera.
Sí. Sí, es cierto; uno de estos días
me gustaría pararme para paladear
la poesía.
Serenamente, pausadamente,
casi sin darme cuenta,
en silencio, poco a poco
apareció
la que toca el corazón,
la que de amores vive,
la de amaneceres y violetas armonías
de colores entrelazados.
De olas que te acarician la mar
extendida hasta besar tu belleza;
tranquila, sola, entregada y dormida
en esta última hora.
Uno de estos días serás
como mía: POESÍA.
Director
Uno de estos días,
me gustaría pararme
para escribir poesía.
Plasmar en un papel
tantas cosas que quisiera decir
y no sé cómo.
Hablar de sentimientos,
encuentros y desencuentros;
de soledades y compañías
acompasadas.
De libertades y sufrimientos,
de alegrías y esperanzas
de presentes y pasados
escondidos, olvidados, destartalados.
Uno de estos días,
me gustaría pensar
en ti
arrancar de mi alma la
herida sangrante para que fluya
el agua fresca de
una nueva Rimavera.
Sí. Sí, es cierto; uno de estos días
me gustaría pararme para paladear
la poesía.
Serenamente, pausadamente,
casi sin darme cuenta,
en silencio, poco a poco
apareció
la que toca el corazón,
la que de amores vive,
la de amaneceres y violetas armonías
de colores entrelazados.
De olas que te acarician la mar
extendida hasta besar tu belleza;
tranquila, sola, entregada y dormida
en esta última hora.
Uno de estos días serás
como mía: POESÍA.
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