Actúan: alumnas y alumnos de
6º
Érase una vez un bosque deshabitado, que decían que estaba encantado, donde nadie a entrar se atrevía porque un ogro malvado, al que le gustaba zampar, allí vivía. A la entrada de este bosque una casa vieja había con una familia pobre y una despensa vacía. Era la casa de Pulgarcito quien con su padre y sus hermanitos a cortar leña se dedicaban. Pero a Pulgarcito miedo le daba perderse en el bosque no encontrar su casa. Así que pensó que recogiendo piedrecitas el camino marcaremos pronto de vuelta estaremos en nuestra querida casita. Y así fue como ocurrió. A la mañana siguiente, un trozo de pan cogió y Pulgarcito , muy vivo, una luz se le encendió. Este trozo de pan a casa nos traerá iré echando migajas y regresaremos una vez más. Terminado el trabajo la sorpresa fue tremenda: las miguitas de pan habían desaparecido porque los pájaros se las habían comido. En el bosque quedaron los pequeños atrapados, no sabían qué hacer y cualquier ruido les hacía estremecer. Pero en ese momento, Pulgarcito una luz vislumbró y la ilusión en sus rostros de nuevo afloró. Avanzando hacia la luz una casa apareció. Era grande, fea, asquerosa con ventanas espantosas y un tejado de piel de oso con aspecto tenebroso. Altos muros de piedra, rotos y polvorientos, rodeaban la casa cubierta de hiedra. Su puerta de madera vieja, rugosa, podrida, tenía una calavera y telarañas en las esquinas. Los niños se acercaron estaban muy cansados. Al timbre llamaron abrieron la puerta y entraron. El suelo retumbaba, las paredes se movían, se volcaba la mesa y los niños, del pánico presa, tras las cortinas se escondían. Mientras trataban de adivinar lo que les hacía temblar, se acercaba una figura horripilante del mal la causante. Entra en la habitación y a todos se le encoge el corazón. Era un gigante de olor repugnante. Era un ogro malvado, el más buscado y temido de todo el Estado. Era un dolor de muelas que nos tiene en vela. Era un cocodrilo persiguiéndonos por el Nilo. Era un resfriado que nos deja mocos por todos lados. Era un castigo sin tele y sin amigos. | Era un bocadillo de garrapatas y grillos con patatas. Era una colleja, un bofetón, un tirón de orejas. Todas estas cosas era, de verdad, colegas. Allí estaba él, con cien callos en los pies. Vine cansado, sin vida, pero al oler carne se anima. Los niños despavoridos corren hacia el pasillo. El ogro los ve salir y se dirige hacia allí. Intentó coger a los pillos, no pudo y se cayó por el pasillo. Volvió a correr tras ellos, los agarró y por un pelo no se los comió. Cansado, mejor pensó: Esperaré hasta mañana que sabrán mucho mejor ya que si duermen estarán más crujientes. Me los desayunaré cuando me levante. Al ogro le entra sueño y encima de la mesa se queda como un leño. Mientras Pulgarcito tiene una idea: las botas le quitarán y corriendo se largarán antes de su despertar. El niño tiró y tiró pero quitárselas no podía. se tomó la pócima de su tía y sin esfuerzo las sacó. Al sacarle las botas muchas cosas encontraron, pero todas de aspecto raro: escarabajos, serpientes, un ciempiés y restos de animales chamuscados. Pero lo peor fue el horrible olor: olía a pedo mañanero, a coles en el puchero, a un eructo de mi abuelo, a vómitos y estercolero. Como siga recordando ¡Me muero! Los hermanos a Pulgarcito las botas le pusieron y al tamaño de sus piececitos éstas se redujeron. Todos pensaban cómo del ogro se librarían, pues, si ahora, roncaba cuando despertara sus vidas peligrarían. Pulgarcito preparó un plan aunque sólo pensar en ello temblaba como un flan: - Con una cuerda al ogro ataremos nuestros cordones uniremos y al gigante enrollaremos. Una vez el ogro prendido, Pulgarcito con serenidad fue a buscar a su majestad. A palacio llegó Y tumbado en su sillón Al rey encontró Y este les contestó: - Tranquilo, no te preocupes, mis soldados son unos buitres al ogro capturarán y en un calabozo lo encerrarán. - Pero ¿cómo te pagaré? -preguntó el rey. - Hacedme vuestro mensajero y ganaré mucho dinero. El rey agradecido a Pulgarcito contrató y a sus hermanos al palacio los llevó. FIN |
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