Autor: José Carlos Camacho Sotomayor
Curso: 6º A
Cuando tenía tres años,
entré de la mano,
de las mejores que existen,
que es la de mi madre.
Con cariño y con ternura
me acogió mi profesora,
dándome día a día,
toda su alegría.
Poco a poco fui creciendo.
Mi cuerpo mi mente
y también mi conocimiento.
Tengo en mi corazón
todos los recuerdos
de todos los años
que fui viviendo,
Llegué a sexto,
un punto y seguido
en mis estudios,
pero muy orgulloso
de ser este niño.
Niño agradecido
a un gran equipo,
que me enseñaron
con sus conocimientos antiguos.
Conocimientos que nacen
con el maestro verdadero:
educación, cariño y respeto.
Félix, mi tutor
persona única,
sabio profesor,
y como “Abuelo”
el mejor.
Gracias por ser
abuelo de todos.
Mi querido director,
no se puede ser mejor.
Y con él todo su equipo
que brillan siempre
como luz en el camino.
Ya me despido,
con añoranza te recuerdo
porque formaste partido
de mis sueños.
Curso: 6º A
Cuando tenía tres años,
entré de la mano,
de las mejores que existen,
que es la de mi madre.
Con cariño y con ternura
me acogió mi profesora,
dándome día a día,
toda su alegría.
Poco a poco fui creciendo.
Mi cuerpo mi mente
y también mi conocimiento.
Tengo en mi corazón
todos los recuerdos
de todos los años
que fui viviendo,
Llegué a sexto,
un punto y seguido
en mis estudios,
pero muy orgulloso
de ser este niño.
Niño agradecido
a un gran equipo,
que me enseñaron
con sus conocimientos antiguos.
Conocimientos que nacen
con el maestro verdadero:
educación, cariño y respeto.
Félix, mi tutor
persona única,
sabio profesor,
y como “Abuelo”
el mejor.
Gracias por ser
abuelo de todos.
Mi querido director,
no se puede ser mejor.
Y con él todo su equipo
que brillan siempre
como luz en el camino.
Ya me despido,
con añoranza te recuerdo
porque formaste partido
de mis sueños.
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